jueves, 25 de octubre de 2018

EL USO DE LOS OPOSITORES

"La oposición pide siempre lo que está segura de no conseguir, porque si lo consiguiera dejaría de ser oposición"
Alfonso

Que a usté nunca ni jamás se le ocurra, siendo gobernante, querer curar de golpe a los opositores hasiendo que se vuelvan ofisialistas. Piense quel asunto de ser opositor es como un visio, y hay tipos que ese visio lo tienen adentro desde su más tierna infansia, que algunos son opositores crónicos y otros ya son incurables. Incluso yo conosí a un opositor que sierto día su partido ganó las elebsiones y entonses sus amigos lo llamaron para darle un ministerio... "¿Lo qué? -dicen que dijo todo enojado— ¡Yo sienpre fui opositor, Y haora no me voy a dar vuelta hasiéndonte ofisialista! Por eso yo reitero con el mayor énfasis de que la cura de un opositor es lenta como la de los borrachos y los tosicómanoS: si a un curdA usté le saca de golpe la bebida, el tipo se puede volber loco, y si a un tosicóman0 usté le retira la pichicata de prepotensia le puede suseder cualquier cosa: ¡incluso se sabe de algunos que dejaron La drogA de la noche a la maniana, y tanbíén de la noche a la naniana se volvieron cretinos! Por eso, y para evitar el canbio brusco y sus consecuensias, en algunos países inventaron los canpos de consentrasióN, así los opositores se van acostunbrando poco a poco a las delisias y ventajas de ser ofisialistas. Pero considerando que los canpos de cansentrasióN y las cárseles no son muy sinpáticos, yo sujiero una martingalA inofensiva para dejarlos contentos y sin traumas. Partiendo de la base de que los opositores están sienpre amargados, envenenados, rabiosos y cabreros, yo creo que los gobiemoS tendrían que destinarle algunos sitios pan que los timas pudieran descargar sus rabietas, broncas y venenos; y lo mejor sería colocar un libro de quejas en la casA de gobiern0 para que cada siudadano dejan estanpada su protesta con su puñ y letra... ¿Que a un contrera no le gusta el gobierno? Entra en la casA rosadA, pide el libro de quejas y escribe: "El presidente es una béstiA, el ministro Tal es un canalla, el secretario Cual es un chorro y el funsionario Talcual es un coimero! " Y después de largar toda la mufa que le sale del bolígrafo, el opositor se siente liberado de odios y rencores, y hasta es capás de ir a sentarse en la plasA de mayO a tirarle algo a las palomas o a dejar que las palomas le tiren algo a éL ¿Se da cuenta qué sensilio? Ya sé que alguien preguntará muy serio: "¿Y qué hasen después con ese "librO de quejaS" en la casA de gobierno? " ¡Mire que problema: agarran y lo tiran a la basura! ¡O sea lo que se base con todos los libroS de quejaS en todas las reparticiones!
Otro recurso que se usa con frecuensia cuan-do el gobernantE descubre que tiene un opositor muy recalsitrante, es llamarlo y decirle: “Vea doptoR (¡o almirantE, o general, o brigadieR o lo que caiga! ) ¡Quiero que usté se vaya denbajadoR a balalaicA!" " ¿Balalaica, eselensia? ¡Ese país está muy lejos!" ¡Ma qué lejos: en avión es cuestión de horas! "¡Pero es que yo no sé hablar en balalaic0!" “No interesa: los enbajadoreS tienen intérpretes..." " ¡Pero es quen balalaicA hase un frío que pela hasta las rodillas!" "Bueno... No se olvide quen la enbajadA hay aire acondisionado y sienpre sirven buenos copetines..." "Pero hay otra dificultá, eselensia ¡yo nunca estuve en la carrera diplomaticA! ¡Y bueno, querido! ¡piense que todo no puede ser perfebto en este mundO!"
Por esa rasón, yo creo que a los gobernanteS sienpre les conviene aumentar las enbajadaS en todas partes, ya sea poniendo una enbajadA en siberiA, o en el cong0 mediO, o en sangri-IA o en jaujA... ¡Y acá mismo en el paíx, incluso! ¿Qué a unté le molesta fulano? Un consulado argentino en el Iguasú, y que se vaya a las cataratas... ¿Que mengan0 sesta poniendo cargoso con sus indirebtas? ¡Un viscconsulado en la quiacA, y a otra cosa! ¿Que sutan0 se pone cada día mas sutanO y revoltoso? ¡Una enbajadA en la cordillerA de los ándeS, y que se arregle con los cóndores! En serio se lo digo: ¡es muy cómodo tener un sitio adonde mandar a siertas personas, y cuanto más lejos, mejor! Otra manera de tratar a los opositores con intelijensia es dejarlos tranquilos. que griten hasta romperse las amígdalaS, y que hagan reuniones y hagan manifestasiones y hagan mitines y que hagan hasta que se les salga por las orejas... ¡Cuantas mas cosas hagan, mas se cansan; y si están ellos cansados y usté fresquito, lójicamente la ventaja es suya! Además, eso de no permitir y no permitir cosas me hase recordar de cuando éramos chicos y queríamos jugar a la pelota, pero antes pedíamos la venia a la autoridá de la casa: " ¡Vieja! ¡Queremos jugar a la pelota! " " ¡No, no quiero que jueguen! " Y a los 2 minutos: " ¡Mamá! ;Queremos jugar a la pelota! " " ¡No les permito, y se acabó)! "Y al ratito: " ¡Mamáaaaaaaa! ¡Queremos jugar a la pelota! " ¡Les digo que no, y basta! ¿Y sabe usté lo qué ocurría con semejantes prohibisiones? Ocurría que entonses nosotros jugábamos escondidos en el patio; y por jugar con miedo, pateábamos torsido: y por patear torsido a cada rato hasíamos saltar un vidrio... O sea que a la final un día mi vieja se avibó y nos dijo: " ¡Ma sí: vayan todos a la calle y jueguen hasta que revienten! " Y desdentonses se acabaron los problemas y vibimos todos contentos, y la moraleja se cae de madura: ¡sienpre es peor prohibir el juego, que dejar que los chicos se diviertan con la pelota!

No hay comentarios: